miércoles, 9 de mayo de 2012

La vida en que Maurice se puso su traje de artista e hizo un libro magnífico tras otro


"¿Siempre quieres lo que crees que quieres?" Kenny's Window, Maurice Sendak, 1956.

La noticia de la muerte de Maurice Sendak ayer a los 83 años de edad me pilló un poco desprevenida. 

La semana pasada recibí un ejemplar de Dear Genius, una selección de las cartas profesionales intensamente personales, perspicaces y generosas de una de las figuras más influyentes de la literatura infantil del siglo veinte, la editora Ursula Nordstrom. Fue directa o indirectamente responsable de descubrir y de animar a los siguientes autores y de acompañarles en la producción de los siguientes clásicos, entre muchos otros: Donde viven los monstruos, La cocina de noche (Maurice Sendak), Buenas noches, lunaEl conejito andarín (Margaret Wise Brown), Harold y el lápiz color morado (Crocket Johnson), Stuart Little (E. B. White) y El árbol generoso (Shel Silverstein). 

He disfrutado mucho leyendo las cartas y siendo testigo de su increíble relación con sus autores. Por un interés natural, presté especial atención a las cartas a Sendak. 

En su carta a Sendak del 21 de febrero de 1955 vemos una muestra de la rigurosidad de sus procedimientos y de su confianza en sus autores: 
'tus ideas nuevas para el final de Kenny's Window me parecen maravillosas [...]. Sigue trabajando en el libro y cuando tengas todos los capítulos listos, nos ponemos los dos y lo repasamos, palabra por palabra. [...] Pero lo esencial es esto: Gracias por todo lo que estoy segura que le estás haciendo al libro.  
En la misma carta, sentimos su (auténtico) entusiasmo:
En cuanto a los colores para el libro de Krauss, no tengo palabras. En la vida de una editora, hay pocos clímax, y ver esas ilustraciones tuyas ha sido uno de mis clímax.'
Disfruté de su sentido del humor y de su expresión de amistad.  
 10 de junio de 1955
Querido Maurice, digo Marlon: [...]Espero que pases un buen cumpleaños. [...] Como te he dicho otros años, me alegro mucho de que nacieras.  
Disfruté de su conversación sobre la genialidad y sobre qué tipo de genio era Sendak:  

21 de agosto de 1961
[...] 'Sí, Tolstoy es maravilloso, pero tú eres capaz de expresar tanta emoción y tanta "cohesión e intención" en algunas de tus ilustraciones como las que hay en Guerra y Paz. No estoy de broma. Tú escribes desde dentro hacia fuera, que es por lo que te digo poeta.   
[...] Escribiste "mi mundo carece de mobiliario. Es todo sentimiento". Pues bien, el sentimiento (la emoción), combinado con la disciplina del artista es la cosa menos frecuente que hay. Tú amas y admiras el trabajo de algunos escritores y artistas contemporáneos, pero de verdad, ¿no crees que muy pocos de ellos tienen vitalidad emocional enérgica alguna? Lo que tú tienes es EXCEPCIONAL.'  
Y, por supuesto, su expresión de emoción y de sobrecogimiento por los resultados de la obra de Sendak: 
'23 de septiembre de 1963
[...] Cuando eras mucho más joven y sólo habías escrito un par de libros, recuerdo que te escribía cartas cuando los libros estaban terminados y te daba las gracias por "otro trabajo hermoso" - o alguna tontería parecida. Ahora eres rico y famoso y no necesitas mis palabras. Sin embargo, no puedo evitar enviártelas, al mirar Dónde viven los monstruos. Creo que es absolutamente magnífico, y las palabras son bellas y están llenas de significado, y hace exactamente lo que querías que hiciera. Y tú hiciste exactamente lo que querías hacer.   
No había acabado aún las cartas cuando, el pasado domingo, leí un post en el blog de otro de mis autores e ilustradores favoritos, Sergio Ruzzier (Amandina), sobre su experiencia en The Sendak Fellowship, un programa establecido en 2010 "para dar a artistas el tiempo y el espacio que necesitan para explorar su arte fuera de las crecientes limitaciones del mundo editorial". Cito a Ruzzier:  
'[Sendak] Es una persona muy cálida, dulce e ingeniosa, pero también muy honesta. Me dijo lo que le gustaba de mis libros y me dijo lo que no le gustaba. Su principal preocupación al respecto era que algunas de mis elecciones eran demasiado prudentes y tímidas. "Tienes que ser valiente", me dijo. Intenté culpar a los editores, y sí que reconoció que el sector editorial de hoy, al menos en Estados Unidos, no es tan favorable ni tan protector como hace cuarenta o cincuenta años. Pero eso, me dijo, no debería ser excusa. Tiene toda la razón y eso ya lo sabía. Pero conversar con él, mientras paseábamos por el bosque con su perro Herman, me hizo recordar por qué dibujo y cuento historias.' 
Y me llamó la atención el círculo tan bonito que se cerraba. Y lo generoso que resultaba que un señor mayor, cansado y que no tiene ya que demostrar nada a nadie, decida pasar los últimos años de su vida dando cobijo y ánimo a ilustradores más jóvenes e inyectando vida, valentía y una urgencia por ser honestos en su trabajo. Y pensé que no se me ocurrían muchas formas más hermosas de acabar la vida.  

Y luego ayer, dos días después de leer el post de Ruzzier y un día después de acabar las cartas de Nordstrom, se murió. Sendak ha estado inusualmente presente en mi mente en los últimos días y quizás por eso la noticia de su muerte me afectó más de lo que hubiera esperado.  

Iba a tratar de resumir qué hizo Sendak y por qué era tan bueno en lo que hacía, pero dejaré que hable él mismo:  
'Creo que lo que he ofrecido ha sido distinto, pero no porque dibujara mejor que nadie ni porque escribiera mejor que nadie, sino porque fui más honesto que nadie. Al hablar de niños y de las vidas de los niños y de las fantasías de los niños y del lenguaje de los niños dije todo lo que quise decir. Porque no creo en los niños; no creo en la niñez. No creo en la línea de demarcación esa de 'Eso no se les puede decir, eso otro tampoco se les puede decir.’ Se les puede decir lo que se quiera. La única condición es que sea verdad. Si es verdad, díselo.' 
Del documental Díles lo que quieras: un retrato de Maurice Sendak, de Spike Jonze y Lance Bangs, 2009. Aquí van cinco minutos del documental (en inglés):    


Me gustaría terminar este post con tres de esas increíbles primeras frases de Sendak, tan llenas de significado y de complejidad:

Dónde viven los monstruos 
La noche que Max se puso su traje de lobo y comenzó a hacer una travesura tras otra, su mamá le dijo "Eres un monstruo" y Max le contestó "¡Te voy a comer!" y le mandaron a la cama sin cenar. (Traducción: Agustín Gervás)
La cocina de noche 
¿Os ha contado alguien la historia de Miguel que oye de noche un ruido detrás de la pared y da un grito, '¡Silencio! ¡Callarse de una vez!’ y se hunde entre las sombras y su ropa se pierde y la luna le mira mientras sus padres duermen y aterriza en la masa que había en la cocina? (Traducción: Miguel Azaola)
Al otro lado
Cuando Papá estaba en el mar y Mamá bajo la pérgola, Aida tocaba su cuerno mágico para arrullar al bebé, pero no miraba nunca. (Traducción mía). 
Cuesta imaginar más "cohesión e intención" que la que contienen estos tres principios, Sr. Sendak. 

(c) de la ilustración, herederos de Maurice Sendak. 
(c) del texto, Ellen Duthie. Puedes copiarlo o reproducirlo, pero sé buena gente y cita la fuente (autora y blog). 

Notas, reseñas y lecturas en voz alta de libros de Maurice Sendak en Lo leemos así:





Outside Over There

Donde viven los caballos salvajes: "esconde los ojos" (sobre el origen de Donde viven los monstruos)

6 comentarios:

  1. Qué gustazo de post Hellen,esto era justo lo que me apetecía leer sobre Sendak hoy. Gracias!

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  2. Hola, se consigue Dear Genius en español? Muy buena la nota. Saludos!

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    1. No está traducido al español, no. Siento la demora en contestar!

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  3. He disfrutado con esta entrada. ¡¡Gracias!!

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